‘El águila y el gusano’: Guita Shyfter se retira del cine con una sátira sobre la política mexicana 
La directora adaptó la novela homónima de Hugo Hiriart; “la película nos invita a reírnos de los tiempos que nos tocó vivir”, advierte en entrevista.
- Redacción AN / HG

Por Héctor González
Cuando Hugo Hiriart publicó su novela El águila y el gusano, en 2014, llamó la atención entre sus lectores y críticos por el tono satírico con que abordó el país. Poseedor de un tino sinigual para registrar el absurdo, el narrador encontró la forma de hacer una radiografía del poder sin dejar títere con cabeza.
Diez años después, la historia cobra nueva vida solo que ahora en versión cinematográfica y bajo la dirección de Guita Shyfter. “Quería incursionar en la comedia, género que nunca había hecho y El águila y el gusano, me pareció ideal. En ese libro Hugo deja ver su enojo con todo lo que está pasando. Es una novela muy crítica entonces pensé que podría intentar adaptarla al cine”, explica la cineasta en entrevista.
La película que recién llega a las pantallas, cuenta la historia de un político, de su asesor, de un periodista desencantado y de la dueña de un salón de belleza. El cruce de los personajes se traduce en un cúmulo de situaciones que en su conjunto reflejan nuestra época.
“Al principio me parecía imposible adaptar porque más que una historia son digresiones y escenas por todos lados, aun así, lo intente”, recuerda Shyfter. Además, el proyecto fue un pretexto para agradecer y reconocer la colaboración con Hugo Hiriart, “durante 40 años escribió todos los guiones de las mis películas, así que me parecía que ya era hora de que yo contara una historia suya”.
La película cuenta con un elenco de primera línea, Marcelo Alonso, Dolores Heredia, Germán Jaramillo, Horacio Castelo, Claudette Maillé y Angélica Aragón, quien recuerda su amistad con la directora desde hace cincuenta años. “Participé en su primer corto universitario. Al margen de ello, la novela de Hugo Hiriart me encantó porque recoge toda la historia del México postrevolucionario, pero sin centrarse en un sexenio o gobernante en particular, refleja la idiosincrasia de nuestra manera de relacionarlos con la política y la autoridad, con la jerarquía política. Es muy divertida e interesante”, precisa la actriz.
Agrega que El águila y el gusano es una película disfrutable, accesible para todo nivel socioeconómico, intelectual, no es pretenciosa. “Para mi personaje tuve que aprenderme una canción de la época de los treinta, de Kurt Weill, aprendí a hacer la mímica de tocarla al piano. Tengo una bella escena de enamoramiento, casi platónico de dos seres que evidentemente ya están en la tercera edad, con Germán Jaramillo, todo dentro de una atmósfera muy tropical dentro”.
“No quiero volver a dirigir”
“A estas alturas ya no puedo distinguir qué está en la novela y qué está en la película”, explica Schyfter al hablar de las licencias que se tomó para el proyecto. “Intenté adaptar lo sentía que podía contar. Yo soy más realista que Hugo, su imaginación es inmensa”.
El manejo de distintos personajes es una de las cosas que más disfruta la realizadora, sirva como ejemplo Las caras de la Luna, una cinta de 2001, donde cuenta la historia de cinco mujeres provenientes de distintas partes de Latinoamérica.
¿Porqué la comedia funciona para retratar la esencia de lo mexicano?, se le pregunta a la directora. “Diría que es una sátira que nos invita a reírnos de los tiempos que nos tocó vivir. Uno les cree todo a los personajes, se conmueve y se divierte con ellos. Una vez le dije a Hugo, explícame exactamente la diferencia entre sátira y comedia, y me respondió: ‘mira, si te preguntan, di que es comedia porque una sátira es muy difícil de explicar’, por eso digo que es una comedia, pero en realidad lo que es, es una sátira. La risa que provoca no es a carcajadas, sino por dentro”.
Pese a que durante el filme no se menciona la palabra México, lo cierto es que es imposible no relacionar lo que se o a los personajes con la realidad política mexicana. “Una vez, en una entrevista Hugo le preguntó a Tamayo, ¿qué es ser un pintor mexicano? Tamayo le contestó que el lo que hacía era irse al interior de los mexicanos, a su esencia. Algo similar hace Hugo, no está retratando a ningún personaje específico de la vida real sino su forma de ver a los mexicanos”.
El estreno de El águila y el gusano, costó y no poco. Guita Schyfter reconoce que es su película más grande y tal vez la más ambiciosa, “estoy muy orgullosa de ella, porque además es la última y la que más me ha gustado”. La afirmación no es menor si tomamos en cuenta que su filmografía incluye más de veinte trabajos entre cortometrajes, documentales y ficciones.
“Una pensaría que después de toda una vida de hacer cine y Hugo, de escribir y hacer teatro, sería más fácil levantar un proyecto, pero no, es la que más me ha costado y con la que menos dinero tuve”. La experiencia resultó tan desgastante que la directora ha decidió tirar la toalla.
“Me dio mucho coraje que no me apoyaran las instituciones. Me rechazaron una y otra vez el proyecto, en todas las fases. Solo me dieron el FIDECINE a través de FEMSA. No tengo porque volver a pasar por esto otra vez, por eso no quiero volver a dirigir. Aguanto muy bien el rechazo, pero ya no quiero volver a pasar por esto, que flojera”.