Camila: de 'Rottweiler' a reina

Después de años de ser representada como la mujer más odiada en Gran Bretaña, Camila, la segunda esposa del rey Carlos, será coronada reina el sábado, culminando un cambio notable en la aceptación pública que pocos hubieran creído posible.

Cuando la primera esposa divorciada de Carlos, la popular y glamorosa princesa Diana, murió en un accidente automovilístico en París en 1997, Camila se llevó la peor parte de la hostilidad de los medios. Algunos declararon que la pareja nunca podría casarse.

Pero se casaron ocho años después, y desde entonces ella ha llegado a ser reconocida, aunque todavía a regañadientes por algunos, como un miembro clave de la familia real, alguien en quien el nuevo rey confía mucho y, desde el sábado, como la reina de la nación. Reina Camila.

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“Ella es su especie de alma gemela”, dijo Robert Hardman, corresponsal real desde hace mucho tiempo y autor de ‘Queen of our Times’, señalando que ella había estado casada con Charles por más tiempo que Diana.

“Son un equipo. Y tienen que ser un equipo”.

Nacida como Camila Shand en 1947 en una familia acomodada (su padre era comandante del ejército y comerciante de vinos que se casó con un aristócrata), se movió en círculos sociales que la pusieron en contacto con Carlos, a quien conoció en una cancha de polo azotada por el viento a principios de la década de 1970.

La pareja salió durante un tiempo y Carlos había contemplado el matrimonio, pero se sentía demasiado joven para dar un paso tan importante.

Mientras se dedicaba a su carrera naval, Camila se casó con un oficial de caballería, el brigadier Andrew Parker Bowles. La pareja tuvo dos hijos, Tom y Laura. Se divorciaron en 1995.

Charles mismo se casó con Diana, de 20 años, en una boda en 1981 que encantó no solo a Gran Bretaña sino al mundo. Después de tener dos hijos, William y Harry, la relación se agrió y se divorciaron en 1996 después de que él reavivó su romance con su examante.

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La profundidad de esa relación quedó expuesta a un público conmocionado en 1993 cuando se publicó en los periódicos una transcripción de una conversación privada grabada en secreto con detalles muy íntimos.

“Sufría cualquier cosa por ti. Eso es amor. Esa es la fuerza del amor“, le dijo Camila a Carlos en la conversación telefónica grabada en secreto que se publicó en 1993.

En una entrevista televisiva al año siguiente, Carlos admitió que había reanudado su aventura, pero dijo que fue solo después de que su matrimonio se rompió irremediablemente.

“Éramos tres en este matrimonio, así que estaba un poco abarrotado”, comentó Diana, quien apodó a Camila “la Rottweiler”, en su propia entrevista televisiva en 1995.

Si bien Diana trajo glamour a la sofocante Casa de Windsor con sus vestidos relucientes, muchos británicos no podían entender por qué Charles preferiría a Camila, amante del campo, generalmente fotografiada con una bufanda y un impermeable verde.

“No puedo imaginar a nadie en su sano juicio dejándote por Camila”, dijo el príncipe Felipe, padre de Carlos y esposo de la difunta reina Isabel, en una carta a Diana.

OPROBIO

En medio de una efusión pública de dolor e ira después de la muerte de Diana, Camila fue objeto de oprobio. Pero en los años siguientes, los ayudantes reales, encargados de reconstruir la reputación empañada de la familia real en su conjunto, también comenzaron lentamente a integrar a Camila en un papel más público.

Desde poder aparecer juntos en público hasta el matrimonio y la aprobación del año pasado de la reina Isabel para que Camila tomara el título de reina consorte, su éxito es total.

Los expertos en relaciones públicas dicen que fue el resultado de un trabajo arduo y cuidadoso, aunque los asistentes dijeron que se debió principalmente a la personalidad y el gran sentido del humor de Camilla.

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“Ella nunca asumió nada sobre si podrían estar juntos. Nunca fue ningún tipo de plan”, dijo Fiona Shelburne, la marquesa de Lansdowne, una confidente cercana de Camila, ahora de 75 años, al Sunday Times el mes pasado.

“Ella es resistente, fue criada con este extraordinario sentido del deber en el que sigues adelante, no te quejas, pones tu mejor cara y sigues adelante, y la ha ayudado mucho”.

Sin embargo, su rehabilitación ha tenido un costo. En sus memorias, el hijo menor de Charles, el príncipe Harry, acusó a su madrastra de filtrar historias sobre él a la prensa para mejorar su propia reputación, y que él y su hermano le habían pedido a su padre que no se casara con ella.

Las encuestas también sugieren que tampoco se ha ganado el afecto público generalizado. Una encuesta de YouGov esta semana encontró que mientras el 48% tenía una opinión positiva de ella, el 39% tenía una opinión negativa, colocándola entre las menos populares de la familia real.

Otras encuestas también han indicado que solo una minoría pensó que ella debería ser la reina Camila.

“Creo que Diana… lanzará rayos el día de la coronación, eso es seguro”, dijo a Reuters la autora real Tina Brown. “Me refiero a la idea de colocar una corona sobre la cabeza de su rival más mortal, Camila, creo que le habría dado una acidez absoluta”.

*Por Michael Holden y Sarah Mills / Reuters.