“El cine ha hecho eco de las luces y sombras de Pancho Villa”: Hugo Lara Chávez

Por Héctor González

Pocos personajes de la historia mexicana han sido tan evocados por el cine como Pancho Villa. Alrededor de la figura del mítico revolucionario hay todo tipo de películas interpretadas por actores tan variopintos como Pedro Armendáriz, Antonio Banderas, Telly Savalas, Antonio Aguilar o Eraclio Zepeda.

A partir de las conmemoraciones por el centenario de la muerte del Centauro del Norte, los investigadores Eduardo de la Vega Alfaro y Hugo Lara Chávez, se dieron a la tarea de rastrear los vínculos entre el líder de la División del Norte y el séptimo arte, relación, por cierto, que no siempre ha sido tersa. Producto de su trabajo es el libro Pancho Villa en el cine (Procine).

¿Por qué crees que no se había hecho una investigación de este tipo en los años recientes?

Este libro, Pancho Villa en el cine, que emprendimos Eduardo de la Vega Alfaro y yo recoge el trabajo que han hecho otros investigadores que también han publicado títulos muy importantes, pero concentrados en ciertas épocas, como Aurelio de los Reyes, Margarita de Orellana e incluso Emilio García Riera con su historia México visto por el cine extranjero. Con el centenario del asesinato del general era oportuno hacer una revisión completa de más de un siglo de relación del cine con la figura de Pancho Villa.

¿Cómo ha cambiado la forma en la que Pancho Villa ha sido abordado desde el cine? ¿Qué diferencias hay entre el trato que recibe en el cine mexicano y el cine extranjero?

Pancho Villa es una figura fascinante, enigmática y compleja, llena de luces y de sombras. Sus admiradores lo adoran, pero sus detractores lo atacan por su historial como bandido o como jefe de revolucionarios crueles y violentos. El cine hace eco de ambas perspectivas, pero generalmente se impone como una imagen heroica; aunque sea salvaje y un revolucionario que no cumple necesariamente con las normas, se le ve como alguien que cree honestamente en la Revolución. Hay películas que lo muestran de una forma más oscura, quizás la más relevante es Vámonos con Pancho Villa, de Fernando de Fuentes. Este clásico del cine mexicano nos muestra al inicio a un general magnético que atrae a este grupo de personajes quienes son los protagonistas de la película y se unen a sus fuerzas, pero conforme avanza la trama el general se oscurece y termina de una forma trágica. Por cierto, hay un final alternativo que es todavía más cruel de como acaba la película que se conoce. El cine de Hollywood, en tanto, lo ha mostrado de distintas maneras. Hacia 1914 cuando Pancho Villa estuvo en su momento más importante, hubo una tendencia por glorificarlo desde Estados Unidos, de ahí el famoso contrato de la Mutual Film Corporation para filmar sus batallas. El acuerdo dio pie a que se realizara una película sobre su vida y en la que él mismo actúa, lamentablemente está pieza está perdida, aunque se conocen algunos fragmentos; el cineasta recientemente fallecido, Gregorio Rocha hizo Los rollos perdidos de Pancho Villa, donde filmó la búsqueda en distintas partes del mundo la búsqueda de esta película.

¿Cómo se perdió la película?

La película tuvo distintas versiones. Hay una nota de 1915 que da cuenta de su estreno en Australia, es decir, sí estuvo viajando. En aquellos años no existía la cultura de la preservación fílmica, las copias se hacían y circulaban, luego se refundían para recuperar la plata. Se dice que de todo el cine mudo mundial sólo se conserva el 5% y del mexicano sólo el 2%. Lamentablemente esa película es de las que no sobrevivió. Puede ser también, que posterior a esos años vino la etapa oscura de Pancho Villa y en la que invadió Columbus. A partir de entonces la percepción en Estados Unidos cambió, se le convirtió en villano y aparecieron muchas paráfrasis como la de un personaje llamado Pancho López, quien hacía eco de Villa como un malvado bandido mexicano de sombrero grande y bigote. El cliché y estereotipo que se mantuvo por décadas. Más tarde Hollywood lo reivindicó con en Viva Villa!, cinta codirigida por Howard Hawks. La producción viajó por el mundo y fue vista por Goebbels en la Alemania nazi e incluso se dice que les gustaba, pero evidentemente fue enlatada por abordar la vida de un revolucionario que no era bien visto en aquellos lares.

¿Qué tanto el subgénero de la Revolución mexicana y en concreto personajes como Villa o Zapata han fortalecido el relato histórico por medio del cine?

El cine ayudó a afianzar conceptos de la Revolución mexicana, sobre todo en la época de la posrevolución. La Revolución era un referente que convenía compartir para un público mexicano que era parte de un régimen recién nacido. En los años treinta empezó a configurarse la industria del cine en México y en los cuarenta se transformó un poco. Los ideales revolucionarios pasaron a un segundo plano y se privilegiaron historias románticas encarnadas por actores como Jorge Negrete y Pedro Armendáriz (este segundo será recordado justamente por ser quizá el actor mexicano más memorable en interpretar a Pancho Villa, en particular en la trilogía de Ismael Rodríguez: Así era Pancho Villa, Cuando ¡Viva Villa..! es la muerte y Pancho Villa y la Valentina). Villa se integró a la memoria colectiva, hasta se convirtió en un referente de Los Polivoces. Se dejó de mostrar su carga ideológica y se sumó a una fórmula para insertar la Revolución mexicana al melodrama rural. En los años sesenta y setenta vino un cine más reflexivo, recordemos a Paul Leduc con Reed, México insurgente que sin duda es un filme muy importante. Cada vez se filma menos sobre la Revolución, pero cuando se hace a veces aparecen películas brutales, como Chicogrande, de Felipe Cazals.

En términos simbólicos, ¿qué papel jugó la película Entre Pancho Villa y una mujer desnuda, que deconstruye la figura hacia otro tipo de discurso más relacionado con el machismo y la perspectiva de género?

La película es de mediados de los noventa, de Sabina Berman e Isabelle Tardan. Su éxito en el teatro las motivó a llevarla a la pantalla grande. La historia nos adentra en temas que no tienen que ver con la Revolución, sino con la igualdad de género, el feminismo y la reivindicación de la mujer en una ciudad que se está transformando. En clave de comedia plantea la relación de pareja donde aparece la figura de Pancho Villa como referente del macho o la masculinidad, pero cuyos conceptos ya son caducos. Efectivamente, Villa fue un personaje de su época, no fue a la escuela, aprendió a escribir en la cárcel, pero al mismo tiempo tenía instinto para adaptarse y escuchar. El periodista John Reed llegó a plantearle la posibilidad de que las mujeres pudieran ocupar puestos de liderazgo político y si bien al principio de su respuesta le parece imposible, conforme avanza la conversación se abre a esa posibilidad. A pesar de ser este personaje primitivo y salvaje como lo describe el propio Reed, tenía esa capacidad de abrirse y poder imaginar las cosas de una forma distinta.

¿Cuál es la película de Pancho Villa que más te gusta y la que lo aborda más toda su complejidad? ¿Cuál es tu Pancho Villa favorito?

Hay distintas películas que me gustan. En algunas Pancho Villa es protagonista, pero en la mayoría es un personaje secundario. Incluso en Vámonos con Pancho Villa, no es el protagonista, pero sí es un personaje que determina el destino de los protagonistas. Disfruté Pancho Villa como él mismo (And Starring Pancho Villa as Hilmself), del australiano Bruce Beresford, aquí nos cuenta las incidencias alrededor del rodaje de la cinta de 1914, el general es interpretado por Antonio Banderas. Si bien fue asesorada por Friedrich Katz y Margarita de Orellana, la obra está llena de inconsistencias, reconoce la propia historiadora debido a que el guion se tuvo que adaptar a las necesidades de producción. Los materiales de los cinefotógrafos mexicanos como Salvador Toscano, donde se ve a Pancho Villa en movimiento son valiosísimos. Es fascinante poder ver esos materiales en Memorias de un mexicano o Epopeyas de la Revolución. Me gusta la interpretación de Telly Savalas en El desafío de Pancho Villa. Desde luego me encantan las actuaciones de Pedro Armendáriz y Eraclio Zepeda, quien lo muestra como alguien campechano, muy especial, fresco y con picardía. Otro Villa curioso es el que interpreta Yul Brynner en Villa cabalga de nuevo, donde es acompañado ni más ni menos que por Charles Bronson, quien actúa como Rodolfo Fierro, su lugarteniente.

¿Y la peor interpretación de Pancho Villa?

Me la pones difícil. Es curioso ver al “Chato” Padilla interpretándolo a Pancho Villa en Caballo prieto azabache. Campanas rojas, de Sergéi Bondarchuk también fue muy cuestionada. La interpretación de Antonio Aguilar tampoco es memorable, aunque la más desafortunada me parece es la de Raúl “Chato” Padilla.