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'Cuando tiembla, sentimos que se nos va la vida': Istmeños a 6 años del sismo de 8.2

Lo que vive Ángela no es ajeno a lo que vivieron y aún viven muchas mujeres del Istmo de Tehuantepec, donde el sismo de 8. 2 grados destruyó casas en Oaxaca.

  • Redacción AN / CCGL
07 Sep, 2023 18:17
'Cuando tiembla, sentimos que se nos va la vida': Istmeños a 6 años del sismo de 8.2
Foto: Cuartoscuro

Por Diana Manzo.

Cada septiembre, Ángela comienza a vivir con insomnio y su ansiedad crece. Recuerda cómo el sismo de 8.2 grados ocurrido en 2017 la dejó sin casa. A seis años se ha reconstruido, sin embargo, todavía enfrenta estrés postraumático.

La falta de recursos económicos no ha permitido que la mujer de 65 años de edad tome terapias que oscilan entre 300 a 500 pesos por sesión. Se ha curado con hierbas y tés calientes.

“Cuando un camión pasa por la calle de mi casa, salto de inmediato, me imagino que es un sismo; grito o hasta lloro”.

Foto: Diana Manzo

Muchas mujeres de diversos pueblos del Istmo de Tehuantepec viven lo mismo que Ángela. El sismo destruyó cerca de 70 mil casas en Oaxaca, es decir, ese mismo número de personas perdió su hogar esa noche cuando faltaba un minuto para el 8 de septiembre.

Tema olvidado la reconstrucción del alma

La reconstrucción del alma es un tema olvidado para las autoridades, quienes solo se preocuparon en dar dinero para comprar cemento, varillas y arena. Fue la sociedad civil y empresas eólicas que continuaron con la labor que duró casi un año.

Para el docente Tomás Chiñas Santiago de 70 años, el terremoto agudizó su ansiedad que se reflejaba en sus males intestinales y la claustrofobia que surgió luego de ser asaltado en la Ciudad de México.

Foto:  Diana Manzo

Té, una rameada de hojas verdes -santiguada- y el apoyo de médicos logró salir avante y ahora todo es un recuerdo.

“Pasé un mes -30 días en cama- y durante casi tres meses no dormí. Todo comenzó de octubre de 2017 , y para diciembre de 2018 ya estaba bien. Se logró con el apoyo de mi familia, el mío y de escucharme y escuchar a quienes me ayudaron”.

Foto: Cuartoscuro

A seis años, Chiñas está renovado, sus emociones las canaliza y en caso de sentirse afligido, cuenta cuentos, ora y cuenta borregos.

“Los borregos sí funcionan, yo pensaba que era broma, pero no. Cuando no puedo dormir, comienzo a contar, y eso me tranquiliza, uno busca la forma de estar bien y seguir”.

Foto: Cuartoscuro

El miedo a la muerte

Christián Nadxielli Orozco es psicóloga y trabaja en el Centro Integral de Salud Mental “Guendanabi”. Reconoce que el estrés postraumático del temblor de hace seis años sigue afectando a las istmeñas, especialmente de 40 años en adelante.

“El miedo a la muerte, el recordar lo que se vivió esa noche, todo eso le cambió la vida a la gente, y todavía hay secuelas, lo veo con pacientes que llegan a nosotros, y nos cuentan que cada que tiembla lloran, o si pasa un camión, les asusta; y otras prefieren dormir con la luz encendida”.

En lo que va del año, ha atendido a cerca de 20 mujeres, de las cuales ha comprobado que tienen secuelas del sismo, que se reforzaron con la pandemia de Covid-19.

Foto: Cuartoscuro

Reconoce que la salud mental para las autoridades no es primordial, y lo ideal sería brindar este servicio de forma gratuita.

Dijo que para entender e identificar que se vive con un síntoma emocional es necesario tomar la decisión de pedir ayuda y dedicar 6 meses de terapia emocional.

Foto: Cuartoscuro