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Mario Levrero: el tierno solitario (Reseña)

Te invitamos a conocer a uno de los escritores más originales del idioma.

  • Redacción AN / HG
16 Feb, 2025 05:19
Mario Levrero: el tierno solitario (Reseña)

Por Marco A. Cervantes

Mario Levrero nació en Montevideo en 1940 y murió 64 años después en esa misma ciudad. Levrero murió sin saber que su obra, al paso del tiempo, se le reconocería como una de las más originales de la literatura en español.

A los tres años de edad le detectaron un soplo en el corazón y sus padres decidieron mantenerlo en reposo absoluto hasta los siete años. Al leer su obra, pareciera que esa quietud impuesta en la infancia se proyecta en el universo de sus libros. Los personajes de Levrero son los más ociosos, los más pasivos y los más inútiles del mundo: en ocasiones, lo único que hacen es jugar en la computadora, hacer yogurt casero y leer. Solitarios que nunca aceptan visitas.

La ficción y lo “biográfico” en Levrero

Los tres libros que se enlistan a continuación son una muestra mínima del mundo de Levrero que se puede dividir entre lo ficticio y lo autobiográfico:

Dejen todo en mis manos

Como buen admirador de Kafka, la obra de ficción del uruguayo está caracterizados por recrear mundos extravagantes. Un ejemplo es Dejen todo en mis manos (Literatura Random House), novela con trama detectivesca donde un escritor sin éxito y con serias necesidades económicas llega a un pueblo llamado Penurias. La misión es encontrar al autor de un manuscrito de un libro perfecto. La única pista es el matasellos del sobre enviado a la editorial. La búsqueda es caótica y divertida. Levrero se aleja totalmente de cualquier tipo de solemnidad y ofrece una novela inesperada e irónica.

La novela luminosa

Levrero creó una literatura donde el protagonista fue él mismo. En esa zona se destaca el libro póstumo que lo hizo destacarse como un escritor de culto. ¿La trama? El uruguayo se gana la beca internacional de una reconocida fundación que le permitiría vivir (al fin), con cierta holgura económica. El libro es el relato del día a día donde se aplaza el proyecto y se pierde en la contemplación. Como lo buenos libros éste cuenta con muchas capas de anáisis: la escritura, el paso del tiempo, la salud y el ocio. Estamos ante un libro de un escritor que entendió a la escritura como forma de búsqueda personal y creativa.

Cartas a la Princesa

En 2024 se publicó este volumen (Literatura Random House) donde se recopila la correspondencia enviada a Alicia Hoppe (su terapeuta y después pareja del autor). Esas cartas las mandó Levrero a Hoppe mientras él vivía en Buenos Aires y trabajaba en una revista haciendo crucigramas. Escritas entre 1987 y 1989 son bosquejos de las maneras en que Levrero miraba el mundo y pensaba su escritura: los temas recurrentes en toda su obra se los escribe a Hoppe: el pesimismo, la angustia; pero también la curiosidad y el buen humor. Los textos exhiben, asimismo, otras facetas del uruguayo. El solitario se enamora: “Hasta hace unos días era un viejo cínico, vencido, que se las sabía todas y que no quería más que rutina”. “Hoy en la oficina, me puse a cantar canciones de Sinatra. Mis compañeros estaban molestos. Uno me dijo: ‘Entiendo que estés contento, pero no tenés por qué lastimarnos los oídos desafinados de esta manera’”.

Levrero le tenía miedo a volar: un día omitió participar en un concurso internacional de cuento porque el primer premio implicaba… tomar un avión. El escritor murió en agosto de 2004; Alicia Hoppe estuvo a su lado. A la obra de Levrero, que en su momento fue rechazada por innumerables editoriales, acuden nuevos lectores. El uruguayo es un escritor absolutamente contemporáneo. A diferencia de su naturaleza ermitaña, sus libros recorren libreros y latitudes.

 

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