‘La sudestada’, un thriller detectivesco salpicado de humor
La película de los directores argentinos Edgardo Diekele y Daniel Casabé, llega a las salas nacionales.
- Redacción AN / HG

Por Héctor González
Adaptada del cómic homónimo de Juan Sáenz Valiente, La sudestada de Daniel Casabé y Edgardo Dieleke muestra la historia de un detective arquetípico que se enamora de la bailarina a quien tiene que seguir. Unidos por la danza, la película nos invita a reflexionar sobre asuntos como la vejez y la soledad.
Contada en tono de thriller, aunque con buenas dosis de comedia, el filme llega a México tras su paso por Rotterdam y una corrida comercial por Argentina.
No es la primera vez que dirigen juntos, ¿cómo es trabajar a cuatro manos?
Edgardo Dieleke: Nos conocemos desde los trece años, así que hay un gran conocimiento personal y mucha confianza. Durante el rodaje hubo momentos en que nos delegamos decisiones de manera casi automática. Ya llevamos tres películas así que somos concientes de que nos complementamos.
La sudestada, desde el título que indica un fenómeno meteorológico propio del Río de la Plata, hasta el protagonismo de Buenos Aires, parece una película muy local, sin embargo, ha tenido un buen recorrido internacional. ¿A qué lo atribuyen?
Dani Casabé: La película es una adaptación a un cómic que transcurre en Buenos Aires, ciudad a la que muestra en tonos gris, además de sitios bien porteños. El contraste entre la ciudad y la necesidad de escape son temas universales, como también lo es el género policial llevado a una dimensión íntima y de transformación.
ED: Hemos tenido la suerte de que proyectar la película en el Festival de Rotterdam, pero también en la India, ambos lugares muy diferentes. Al hacer la película buscamos respetar ciertas convenciones de géneros como el policial por eso la ciudad tiene una atmósfera de misterio.
¿Qué los llevó a adaptar este cómic?
ED: En parte precisamente estas convenciones que nos llevaron a recorrer un lado de la ciudad que nos gusta mucho y que nos permite dar movimiento a personajes. En contraste tenemos también El Tigre, un espacio donde nosotros mismos pasamos muchos veranos. Desde que conocimos el cómic nos imaginamos filmando en esos lugares.
DC: Edgardo tiene un gran interés en la arquitectura y los escenarios tienen un poder muy especial, en ese sentido era un lindo desafío adaptar un cómic muy poderoso por sí mismo.
¿El cómic sirvió como una especie de escaleta para la filmación?
ED: Es verdad que es un punto de partida que ayuda mucho, pero la duración de cada plano es algo propio del cine y resultó más complicado. Otro punto muy importante en la historia es el cuerpo, nos interesaba explorarlo a profundidad. Nuestros protagonistas son una bailarina y un detective que se engancha con ella por medio del baile. El cómic solo sugiere el movimiento, pero el cine sí te permite explotarlo.
DC: El cómic nos sirvió como escaleta, pero también como storyboard, a la vez trabajamos mucho en el eje narrativa. La danza pisa más fuerte en la película que en el cómic por una cuestión casi natural.
De hecho, la danza o el baile es lo que desata la metáfora de la sudestada que termina envolviendo a los personajes.
ED: Claro, esa es la trama verdadera o secreta de la película. Además, nos interesaba mucho porque son no son los personajes más seductores del cine, es gente mayor con cuerpos no hegemónicos. Queríamos mostrar cómo opera la seducción en esos personajes.
La película además de ser un thriller detectivezco, es una comedia. ¿Qué les aportaba el humor?
ED: Algo importante de mencionar es que nunca nos ha interesado el cine que se ríe de sus personajes, preferimos aquellas historias que se ríen con sus personajes.
DC: Nos gusta trabajar con el humor desde siempre, tiene elementos que pueden llevarte a la simpleza por eso es difícil de trabajar. En este caso, desde el cómic mismo encontramos rasgos del personaje que se prestaban para ponerlo en práctica. El humor no solo nos sirve para tener momentos de distención, sino para pensar los temas desde otra perspectiva y obtener reflexiones más profundas.






