'La música es una necesidad humana, un medio para generar significado social': Alfonso Aguirre Dergal

Por Karina Cancino

El guitarrista clásico, Alfonso Aguirre Dergal, compartió el motivo de la elección del repertorio que presentó en Casa Fenelón de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), en Tepic, y detalló las técnicas guitarrísticas que emplea.

Además, reflexionó sobre el papel transformador de la música, así como el lugar históricamente olvidado de las mujeres en la música clásica.

Su repertorio, dijo, busca reflejar y resaltar la identidad latinoamericana, mostrando el poder de la música como un medio de conexión social y cultural.

Un repertorio que refleja la identidad latinoamericana

Sobre su elección de piezas, Alfonso Aguirre explicó que decidió rendir homenaje a cinco compositores icónicos de América Latina, cuyas obras forman parte esencial de los estudios de guitarra clásica a nivel mundial.

“He tocado un repertorio que es bastante convencional dentro del medio de la guitarra clásica, pero que tenía muchas ganas de hacer porque, siendo mexicano y viviendo en España, me parecía importante retomar estos compositores latinoamericanos que, aunque son nombres muy conocidos en el ámbito académico, no siempre reciben el mismo reconocimiento que sus contrapartes europeas“, señaló.

Durante el concierto, el guitarrista interpretó obras de compositores como Heitor Villalobos, de Brasil; Manuel María Ponce, de México; Agustín Barrios Mangoré, de Paraguay; Antonio Lauro, de Venezuela; y Leo Brouwer, de Cuba.

“Estos compositores tienen un impacto tan fuerte que aparecen virtualmente en todos los planes de estudio de quienes estudian guitarra clásica en conservatorios de todo el mundo. Sus obras son realmente emblemáticas”, subrayó.

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Para Aguirre, este repertorio no solo tiene valor artístico, sino también identitario.

“Mi intención con este programa es, en parte, reflejar mi situación como latinoamericano viviendo en Europa. Es una necesidad personal de mantener un vínculo con mis raíces a través de la música”, comentó.

Las técnicas detrás de la interpretación

Alfonso Aguirre también habló de las técnicas guitarrísticas que emplea, destacando la importancia de un enfoque meticuloso para lograr la expresión deseada.

“Cada una de las piezas requiere una técnica diferente. Por ejemplo, las obras de Villalobos son muy complejas en términos de ritmo, y requiere mucha independencia de los dedos. Barrios Mangoré, por su parte, tiene una línea melódica muy cantada, donde es esencial controlar el legato y los matices de cada frase para darle ese toque casi vocal”, explicó Aguirre.

El guitarrista también mencionó la técnica del “trémolo”, que utilizó en varias de las piezas del concierto, y que considera una de las técnicas más desafiantes.

“El trémolo es un recurso que permite crear una sensación de continuidad en una sola cuerda, pero requiere mucha precisión. Lo usé especialmente en las piezas de Ponce y Barrios, donde ese efecto ayuda a resaltar la melodía principal mientras mantienes la armonía en el fondo”, detalló.

Otro aspecto técnico que destacó fue el uso de los golpes en la caja de la guitarra, algo que incorpora en algunas de sus interpretaciones para dar un toque percusivo a las piezas.

“Es algo que viene de la música tradicional, pero que se ha integrado en el repertorio clásico. Le da mucha energía a la pieza y ayuda a conectar con las raíces populares de la música latinoamericana”, mencionó.

El silencio histórico de las mujeres en la música clásica

Alfonso Aguirre señaló que una de sus intenciones para conformar el repertorio era incluir a mujeres, pero lamentó la ausencia de compositoras en su repertorio, debido a la invisibilización histórica de ellas en este campo.

“La verdad es que la historia de la música ha sido mayormente contada por hombres, generalmente europeos y blancos. No es que no haya mujeres compositoras, hay mujeres extraordinarias, pero el reconocimiento ha sido mínimo”, explicó.

El guitarrista consideró que esto responde a factores sociales y culturales que relegaron a las mujeres a roles domésticos durante siglos, impidiéndoles acceder a espacios creativos como la composición musical.

“El lugar de la mujer no ha sido siempre bien visto en la música clásica. Las mujeres que tocaban o componían eran una rareza, y desafortunadamente eso ha afectado la historia. Sin embargo, hoy en día, en los programas de música de universidades y conservatorios, cada vez hay más mujeres que componen a un nivel altísimo, equiparable con cualquier hombre”, agregó.

La diversidad del repertorio latinoamericano

Alfonso también habló sobre la diversidad del repertorio latinoamericano, subrayando que, aunque se suele clasificar como un solo bloque, es un mosaico de estilos y tradiciones muy distintas.

“Es difícil poner todo en una misma canasta. Cada compositor, cada país tiene su propia manera de entender y hacer música. Sin embargo, hay un sello latinoamericano que siempre está presente, una mezcla de culturas indígenas, europeas y africanas que se refleja principalmente en los aspectos rítmicos, pero también melódicos y armónicos”, apuntó.

Esa riqueza cultural, según Aguirre, es lo que distingue a la música de la región y le otorga una identidad propia.

“Aunque sea música muy diferente en géneros y estilos, cuando escuchas una obra latinoamericana, siempre hay algo que te hace reconocerla como tal”, añadió.

Dentro de su programa, el guitarrista incluyó un arreglo de una zamba argentina, una pieza que destaca por su origen tradicional.

“El año pasado estaba tocando un programa similar, pero más enfocado en arreglos de música de origen tradicional o folclórico. Esta vez, sin embargo, quise centrarme más en obras emblemáticas del repertorio latinoamericano para guitarra clásica”, comentó.

La música como herramienta de conexión humana

Finalmente, Aguirre Dergal compartió una reflexión sobre el papel de la música en la sociedad moderna, especialmente en un mundo que parece cada vez más desconectado de las emociones profundas y del contacto humano.

“Para mí, la música es una necesidad humana. Es una forma de comunicación que nos pertenece a todos, es un medio para generar significado social”, comentó el guitarrista.

Según su visión, la música es una forma de escapar del ritmo acelerado y deshumanizante de la vida moderna, permitiendo a las personas conectar con sus emociones y con los demás.

“Vivimos en una realidad muy compleja, llena de estrés, donde todo está pautado por el reloj. La música nos ayuda a desconectar de eso y a conectarnos con nuestras emociones más profundas, con niveles de nobleza espiritual y emocional que creo que son esenciales para la vida humana”, resaltó.

Aguirre Dergal terminó el concierto en Casa Fenelón con un set que incluyó una zamba y el famoso “Seis por derecho” de Antonio Lauro, dejando al público con una sensación de calma y conexión, a pesar de la lluvia y el ajetreo del día.