'Es un acuerdo histórico': ANETIF sobre plan México–EU contra el gusano barrenador

Ante el cierre de fronteras impuesto el 9 de julio por Estados Unidos a las exportaciones mexicanas de ganado en pie, derivado de la plaga del gusano barrenador, autoridades sanitarias de ambos países anunciaron un plan conjunto para erradicar al parásito.

La estrategia, que se firmó el pasado viernes 15 de agosto, incluye medidas de control sanitario, vigilancia e intervención biológica, y ha sido considerada por representantes del sector como un acuerdo sin precedentes.

“Es una larva de una mosca que aprovecha cualquier herida en el ganado de sangre caliente, principalmente en el ganado bovino, para alimentarse del tejido vivo. Y esto lo que provoca, pues, son lesiones en los animales que, si no se controlan, pueden llegar a ser mortales”, explicó Alonso Erik Fernández Flores, presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos Tipo Inspección Federal (ANETIF), en entrevista con Aristegui en Vivo.

Desde el hallazgo del primer caso, el impacto ha sido significativo. “Estados Unidos de inmediato cerró sus fronteras al ganado en pie para evitar cualquier riesgo en su territorio. Entonces, ha significado pérdidas millonarias para nuestros productores. La CNA calcula cerca de 1,300 millones de dólares en daños”, señaló Fernández.

La estrategia binacional presentada la semana pasada considera medidas operativas concretas. “La primera es regionalizar al país para que las zonas libres del gusano puedan seguir exportando. Otro acuerdo es colocar trampas de detección en todo el territorio, controlar el movimiento del ganado, para que solamente ocurra entre corrales certificados, y reforzar la vigilancia ante cualquier otro brote”, detalló el representante de ANETIF.

Uno de los elementos clave del plan es el uso de una técnica biológica basada en la liberación masiva de moscas estériles. “Es la técnica más efectiva que se ha encontrado para cortar el ciclo de reproducción de este parásito”, afirmó. Para ello, México ya avanza con una planta en Chiapas que producirá 100 millones de moscas estériles por semana, mientras que Estados Unidos construirá otra en Texas, con una capacidad de 300 millones semanales.

Con esta coordinación inédita entre el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) y el Animal and Plant Health Inspection Service (APHIS) del gobierno estadounidense, se busca recuperar la confianza y reabrir el mercado. “Ahora tenemos un lenguaje en común, hay una estrategia conjunta, lo cual nos da certidumbre a todos: tanto a los productores, como a los engordadores, a los exportadores y a las autoridades federales”, señaló Fernández.

Aunque reconoció tensiones iniciales por la velocidad en el intercambio de información, aseguró que actualmente “vemos una gran coordinación entre SENASICA y el APHIS. Es muy estrecha la coordinación, el intercambio de información es diario y hay trabajo en conjunto en campo”.

El plan también incluye corresponsabilidades para todos los actores involucrados: “A los ganaderos les va a tocar reportar los casos, cumplir con las cuarentenas y no mover animales sin certificación […] a la industria le toca reforzar la trazabilidad y garantizar que no se procese ganado fuera de norma. Y al gobierno, mantener la vigilancia activa, intervenir en la liberación de las moscas estériles […] y reaccionar rápido ante cualquier foco”.

Finalmente, Fernández subrayó que la ejecución disciplinada del plan es esencial: “De nada sirve el plan en papel si no se cumple en el campo”.