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“Dentro de la crisis de inseguridad, el eslabón más delgado son los migrantes”: Ana Saiz

La investigadora coordina el libro ‘Vidas desplazadas’, una obra donde propone analizar el fenómeno migratorio desde distintas aristas.

  • Redacción AN / HG
22 Mar, 2024 09:22
“Dentro de la crisis de inseguridad, el eslabón más delgado son los migrantes”: Ana Saiz

Por Héctor González

“Necesitamos exigirles a las candidatas una política migratoria adecuada”, advierte Ana Mercedes Saiz Valenzuela.

Maestra en Derecho y ex directora de Sin Fronteras iap, la investigadora lleva años estudiando los desplazamientos humanos, en especial aquellos que atraviesan por México. Convencida de que el país necesita medidas que garanticen un trato humanitario a los migrantes, Saiz Valenzuela convocó a un conjunto de académicos y especialistas para crear Vidas desplazadas (Debate), un libro que brinda una radiografía de las fallas y oportunidades que tiene nuestro sistema de gestión de los movimientos de población y que impactan en los aspectos más cotidianos y básicos de la vida de las personas migrantes y refugiadas.

La obra propone una manera diferente de mirar las migraciones, una mirada, reconoce ella misma, que debe ser gestionada de una manera más humanitaria y aprovechada como motor de desarrollo.

Vidas desplazadas propone una reflexión distinta sobre la migración, ¿a qué problemáticas concretas intenta responder el libro?

Nos falta salir de la coyuntura o dejar de ver nada más la punta del iceberg. Necesitamos tratar de observar hay por debajo de las caravanas o las noticias de emergencia, proponemos una mirada de largo aliento. La migración lleva décadas evolucionando, hoy no solo es laboral, es también sanitaria o protagonizada por mujeres. Hay que analizar estas variables para comprender las noticias que vemos todos los días o lo que vemos en la Plaza Giordano Bruno en la capital del país.

¿En qué momento estamos dentro de esta evolución?

Estamos en el corredor migratorio más importante del mundo, de modo que no es casual que sea un tema central para nosotros. Partiendo de eso hay coyunturas que agudizan su importancia, por ejemplo, la elección en Estados Unidos donde es un asunto central. Sin embargo, si vemos más allá nos daremos cuenta de que, la migración es fundamental para su economía, por otro lado, ya son muchas las personas que enfrentan cuestiones de reunificación familiar. No obstante, la migración se gestiona según el momento político, tanto en Estados Unidos o México, aunque aquí a los candidatos o candidatas, les da un poco de miedo tocar el punto porque no saben cómo reaccionará la gente.

¿Sigue habiendo una resistencia a reconocer que México es un país receptor de migrantes?

Lo somos desde hace algún tiempo. Hay muchas razones atrás de los estancamientos de personas en el país. Necesitamos darnos cuenta de que hay una migración forzada que seguirá, un ejemplo es la gente que llega de Venezuela, donde han salido más de siete millones de personas, es verdad que la mayor parte están en Brasil o Colombia, pero algunos viajan a México. Si somos realistas estos casos no se resolverán en menos de diez años, por lo mismo necesitamos políticas migratorias que den soluciones coherentes con nuestros mercados laborales y realidad, al final de lo que se trata es que estas personas puedan tener un trabajo, CURP o escuela. Más allá de lo que dicten Trump, Biden o López Obrador, son personas que buscan una vida digna. Lamentablemente las políticas migratorias se dictan fuera de lo que es el sentido común, la demografía y la dignidad humana. Al tener al migrante en situaciones precarias lo único que se hace es exponerlo.

Históricamente ha sido muy difícil para México actuar de manera independiente a lo que propone Estados Unidos. ¿Cómo ha sido el desempeño del gobierno de López Obrador en este sentido?

Al inicio del gobierno de López Obrador fue un esbozo de una posición distinta, pero de inmediato fue aplastado por los tuitazos de Trump, en los que amenazaba con incrementar los aranceles. Negociar en desventaja ante Estados Unidos es una realidad mexicana. Aun así, hay un margen de maniobra que podría incluir políticas de protección; la cantidad de secuestros y riesgos que enfrentan los migrantes es alarmante. Una solución a este problema es la documentación de estas personas. Se necesita fortalecer el sistema de asilo y trabajar a nivel regional para apostarle a la migración circular que podría mitigar el problema.

Una de las apuestas de esta administración ha sido el programa Sembrando vidas, cuyos alcances se extienden a Centroamérica.

Tiene una razón de fondo y mucho sentido tratar de entender el problema desde las causas en su origen. Sin embargo, no podemos verlo de manera aislada o limitada, quien recibe una pensión no necesariamente se salva de una extorsión o de la persecución estatal. Es decir, es un buen paso, pero se necesita combinar con soluciones estructurales. Si pensamos que el cuarenta por ciento del Producto Interno Bruto de Honduras lo aportan las remesas, no tiene mucho sentido pensar que el propio gobierno tendrá este incentivo. Sembrando vidas puede ser una buena manera de llamar la atención, pero no es suficiente.

¿Cómo ha sido el desempeño de la Guardia Nacional en este sentido?

La Guardia Nacional tiene la tarea de proteger a todas las personas que estamos en el país, no importa si son o no, mexicanos. Dentro de la crisis de inseguridad que vivimos, el eslabón más delgado son los migrantes. No se puede usar a personas con armas largas para contener a señoras con niños, tristemente nos estamos convirtiendo en operadores del sistema norteamericano. La Guardia Nacional tiene labores más importantes e inminentes en beneficio de quienes habitamos en el país.

¿Qué esperar en términos de propuestas relativas a política migratoria de cara a las elecciones en México?

En México es un tema central, tenemos que volver a un programa especial sobre migración que atraviese una regularización de poblaciones como la haitiana quienes no podrán volver a su país. Se necesita una política acorde a quien quiere permanecer aquí. Hay que empezar a hablar de movilidad humana de una forma clara y transparente, sin dejar de atender los desplazamientos internos. Necesitamos exigirles a las candidatas un programa de gobierno para que la gente pueda tener una vida tranquila, evitar la migración forzada y abrir otro tipo de posibilidades económicas.

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