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“Para mí el ensayo trata de indagar y explorar, tanto como autor como lector”: Olivia Teroba

La escritora habla sobre su libro ‘Un lugar seguro’, donde reflexione sobre su origen, familia y oficio.

  • Redacción AN / HG
24 Aug, 2023 15:05
“Para mí el ensayo trata de indagar y explorar, tanto como autor como lector”: Olivia Teroba

Por Héctor González

“Tengo miedo de olvidar lo que es importante y dejar de escribir”, cuenta Olivia Teroba (Tlaxcala, 1988), en Un lugar seguro (Sexto Piso), un ensayo íntimo que en 2018 obtuvo el Premio Emmanuel Carballo y que hoy vuelve a circular.

El texto inicia en su departamento, poco después de que su hermano llega para vivir con ella. “Ha sido difícil: antes de que llegara, había empezado a acostumbrarme a vivir sola”, reconoce. A partir del arribo de su nuevo inquilino la escritora emprende un viaje que la llevará a disertar y en ocasiones a divagar sobre su oficio y vida.

Del testimonio de Olivia Teroba se desprenden varios hilos que por sí solos darían para un libro. Habla de violencia de género, de la familia, de Tlaxcala, de lo que implica escribir, de la amistad, y un cúmulo de temas que conforman la identidad.

¿Cómo te reencuentras con este Un lugar seguro?

Es un libro que nunca se ha ido de mi vida. Con la editorial anterior lo pude publicar gracias a que obtuve un apoyo de parte del gobierno de Tlaxcala. Teníamos los tiempos muy medidos de modo que salió en pocos meses, después se publicó en España ya con un proceso largo de revisión. La edición que ahora sale con Sexto Piso podríamos decir que es la definitiva. La vida del libro se debe también a los lectores y las lectoras, he recibido mucha retroalimentación de parte de personas que se sienten identificadas o animadas a escribir después de haberlo leído. Gracias a esta nueva edición he podido verlo desde otra perspectiva. Mucha gente me pregunta si sigo de acuerdo con lo que ahí digo y siempre respondo que sí. Escribí sobre cosas de las que estaba convencida y que me preocupaban de verdad. Ahora siento que esa búsqueda se ha ampliado y puedo ver los orígenes de ensayos que estoy escribiendo actualmente.

A lo largo del ensayo los lectores somos testigos de tu desplazamiento. Inicias en tu departamento y cuando llega tu hermano, y pese a que cierras en el mismo lugar vemos un recorrido a través de Tlaxcala, de tu familia y de ti misma.

Sí, es una indagación sobre cómo la interioridad se relaciona con el entorno, con lo que hay afuera; es también un recorrido por momentos que me parecen trascendentes a nivel personal y para la misma escritura. Intento comprender desde la duda, la curiosidad y la sorpresa; evito llegar a pensamientos dicotómicos o hacer frases muy contundentes, porque para mí el ensayo se trata de indagar y de explorar, tanto por parte del autor como del lector. Me interesa que el lector llegue a sus propias conclusiones sin que yo como autora se las tenga que señalar.

En alguna parte escribes “tengo miedo de olvidar lo importante y dejar de escribir”.

La escritura es una parte vital de mi vida por eso dentro de todas las dimensiones simbólicas del libro, hay una que me resulta importante a nivel personal y me refiero a poner ciertos recordatorios. Hablo del olvido no como amnesia, sino como el hecho de dejarse llevar por la corriente de los días, por la exigencia de la productividad, por el espíritu de competencia que nos enseñan las empresas. Cuando eso se mete en el mundo literario, cuando toda esta corriente choca con la obra, la escritura pierde. El libro es un recordatorio de cosas que entonces y ahora mismo son primordiales. Es muy fácil dejarse llevar por la corriente de acontecimientos, la mediatización y lo que vemos todos los días.

Algo que me gusta de tu libro es que genera una especie de sensación de acompañamiento, cuando escribes sobre lo que te ha pasado y sobre las violencias que has padecido, lo haces de una manera elegante y contundente. ¿Cómo encontraste ese tono?

Intenté ser muy sincera y esa sinceridad equivalía a hablar de mis propias contradicciones. Tuve que poner cierta distancia, hay un desplazamiento entre mi persona y el personaje, porque al escribirme me convierto en otra y me veo desde fuera sin condescendencia alguna. Traté de aproximarme con cuidado a mi propia historia y tuve mucho cuidado con las omisiones, con qué decir y qué no, para este ejercicio las técnicas narrativas fueron muy importantes. Leía el ensayo y me preguntaba si toda la información era necesaria, me preguntaba qué quería decir, si una anécdota reafirmaba o contrastaba pensamientos, todo eso me hizo sacar información. Creo que en los silencios el libro intenta ser respetuoso y ahí es donde se genera el lazo.

En la última parte reconoces la ausencia de la figura paterna, sin embargo, dices también que no es algo esencial ni para el ensayo ni para tu propia búsqueda. ¿Qué relación tienes ahora con ese tema?

Es un tema que he seguido explorando, como también lo es el tema de la familia en general. Ha estado presente en mis otras escrituras y creo que es algo que seguiré preguntándome. Empecé a tomar psicoanálisis y es una locura porque he encontrado pequeños indicios, me los imagino como filamentos que se cuelan en el tejido de los días. Quisiera fijarme en esos detalles porque cuando escribí Un lugar seguro tenía una postura que creía que era muy estable al respecto, sin embargo, el tiempo ha cambiado esta percepción y eso es algo que me gusta reflejar en la escritura. No existe nada definitivo, la escritura literaria es muy distinta, trata de pensar en otras posibilidades y de ampliar los límites. Además, el tema de la familia es inagotable.

¿Se vuelve Un lugar seguro una herramienta para tu psicoanalista?

No, para nada. Hay mucho artificio en mi libro. Hay, de entrada, una forma de ordenar los pensamientos y de construir todos estos discursos para que se entiendan, en cambio, cuando hablo con la psicoanalista es muy distinto porque a veces ni yo sé lo que digo.

En el libro mencionas que un lugar seguro es aquel donde nos sentimos cuidados y acompañados.

Es un tema que ha sido desatendido históricamente. Aunque estoy muy metida en el ensayo, escribo más narrativa. Cuando empecé a estudiar manuales y guías me encontré con muchos que hablan del viaje del héroe, es decir, de alguien que parte de su casa rumbo a una búsqueda interior. El viaje del héroe es un esquema narrativo que encontró el antropólogo Joseph Campbell en varios mitos alrededor del mundo. En mi caso, me interesaba preguntarme ¿todos los personajes tienen que hacer un viaje para tener un arco narrativo o se puede narrar algo desde la quietud? Una escritora que me ayudó en este sentido fue Ursula K. Leguin, quien en su saga Cuentos de Terramar empieza utilizando este esquema, pero en los últimos dos libros de la serie cambió el foco por completo y quienes cuentan la historia son otras personas, por ejemplo, una mujer ama de casa que se dedica por entero a los cuidados. Ursula K. Leguin puso el cuidado en el centro y en el mundo de Terramar. Esto fue muy importante porque pasamos de la épica como una hazaña a una épica cotidiana como puede ser el cuidado de una niña. Finalmente, el cuidado es lo que sostiene la vida y pensando en términos más políticos, el capitalismo considera al cuidado como algo no remunerado, pese a que ha existido todo el tiempo.

La relación entre el trabajo y la remuneración es un tema que has abordado en otros ensayos.

El mismo libro, Un lugar seguro, es muy metatextual porque hablo de qué es la escritura y cómo estoy escribiendo. Al pensar en todo esto me pregunto si podré vivir de escribir y no lo sé.  Creo que es importante problematizar esto porque ciertas instituciones culturales dan por sentado que la participación de escritores en sus eventos o publicaciones será gratuita. Más allá de si necesitamos una mejor remuneración, creo que estamos en un punto muy básico de la discusión. Se debe entender que es un trabajo y aunque lo hagamos, como se dice, por amor al arte, nos cuesta esfuerzo y preparación. Ahora que estamos cambiando nuestra manera de pensar los afectos, ese afecto hacia la escritura se tiene que pensar de otra manera cuando se profesionaliza.

¿De qué manera la forma de pensar los afectos y el amor implica también pensar nuestras relaciones familiares?

Para mí este libro fue una forma de aterrizar ideas que a veces pueden parecer muy abstractas. Al situar temas como los afectos, la épica o las hazañas en la familia creo que lo aterrizamos un poco más. Cuando pienso en cómo trabajar mis relaciones en la cotidianidad, siempre encuentro en la familia el escenario más cercano, aunque se que en cada caso es distinto por eso en el libro hago énfasis en que esta es mi situación y mi circunstancia.

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