“Habría sido idealista, pensar otra posición del gobierno”: Federico Mastrogiovanni, sobre la desaparición de los 43 normalistas
“Es verdad, hubo un compromiso, pero no se mantuvo”, dice el periodista y autor de ‘Ayotzinapa y nuestras sombras’.
- Redacción AN / HG

Por Héctor González
¿Qué se puede hacer cuando se sabe que las instituciones de un país las conforman personas despiadadas sin escrúpulos?, esta es una de las preguntas que sobre las que gira Ayotzinapa y nuestras sombras (Grijalbo), el nuevo libro del periodista Federico Mastrogiovanni (Roma, 1979).
A partir de lo que él mismo califica como un diálogo crítico, presenta un conjunto de conversaciones que parten de la desaparición de los 43 normalistas ocurrida hace diez años y aterrizan en una reflexión más amplia que plantea los retos que debemos plantearnos como ciudadanía para poder exigir más eficacia a las instituciones.
Al inicio del libro te preguntas si habrá cambiado México a diez años de lo sucedido con los 43 normalistas. ¿Qué te deja el libro en ese sentido?
Sí ha cambiado y tengo la esperanza de que ha sido positivamente o de que al menos vamos encaminados a ello, me refiero a la ciudadanía, no a la política. Sé que corren en paralelo, pero tiene otras dinámicas que de pronto se interceptan. Respecto a este tema estamos más despiertos, atentos y ligeramente más dispuestos a indignarnos más que antes. No soy una persona optimista, pero es indispensable que se mantenga la dirección y el horizonte. Cuando empecé a trabajar a finales de 2009 el tema de la desaparición forzada, me encontré con narraciones que ni siquiera explicaban ese delito. Ahora hay más conciencia sobre lo terrorífico que es.
¿Por qué plantear este libro como un diálogo crítico?
Hablé con mi editor y coincidimos en agregar una lectura distinta a este relato. No quería meterme en las investigaciones relativas a los acontecimientos o la reconstrucción de los hechos, preferí insertarme en una reflexión amplia y que involucrara a gente que normalmente no está asociada con este tema. Por supuesto, hay voces de abogados y familiares, pero no son todos. Me interesaba plantear qué tenemos que decir y reflexionar nosotros sobre la forma en que ha sido narrada y representada esta historia.
Cierto, pero lo sucedido en la normal de Ayotzinapa atraviesa a la justica y por tanto a las instituciones. Apenas el presidente prácticamente exoneró al Ejército.
Hay que ser realistas, los poderes en general tienden a protegerse y a utilizar ciertas posturas en defensa de una supuesta razón de Estado. En general puedo llegar a entenderla y hacer un razonamiento pragmático para comprender la defensa del presidente a las Fuerzas Armadas, pero mi papel también consiste en hablar con gente que piensa lo contrario. En este juego de roles antes o después se tendrá que llegar a una conclusión real y aceptable para las familias y la sociedad. Nuestra función como periodistas es seguir preguntando y alimentando el debate de manera honesta y responsable, respetando las posturas de diferentes actores. Por mí parte no coincido con las conclusiones del presidente, como no había coincidido antes, pero habría sido idealista pensar que pensarían de otra manera.
Aunque había una expectativa mayor de acuerdo con lo prometido por esta administración…
Es válido tener una expectativa en tanto a que se necesita un diálogo con las instituciones, pero en lo personal no me esperaba una cosa diferente. Me interesa en cambio, que la sociedad desde abajo siga luchando.
Pero las instituciones son quienes tienen las herramientas para que se aplique la ley.
Sí, pero la sociedad es la que decidió en 2018 cambiar la jugada electoral, entonces también hay decisiones que se toman a pesar de que no son populares y que no van en dirección de los intereses de la sociedad. Es verdad, había un compromiso, pero no se mantuvo.
¿A diez años dónde estamos parados?
Estamos parados en un lugar donde hay una conciencia mayor, aunque no se ha resuelto el problema de la desaparición forzada. Pero sigo sin esperar que la clase política sea quien ponga por sí sola en crisis a todo un sistema. Se requiere de la exigencia de nosotros de manera constante.
¿De cara a la próxima presidenta se mantiene tu escepticismo?
Tengo la expectativa cautelosa de quien no espera mucho de nadie, pero al menos me gustaría que se trabaje seriamente. Mis esperanzas no residen en ningún gobierno, sino en el hecho de que nosotros como sociedad seamos capaces de empujar para que las clases políticas sean más responsables.
¿La posición del gobierno mexicano respecto al Ejército qué te deja ver?
Sigue siendo uno de los grandes poderes y con gran alcance en este país, pero tampoco me sorprende. Soy italiano, mi familia es siciliana, durante muchos años se narró la historia con la idea de que el cambio tendría que llegar desde arriba, pero luego la ciudadanía se inscribió en las lógicas mafiosas, el cambio real comenzó cuando la población comenzó a oponerse a estas dinámicas. No podemos tolerar que sigan sucediendo cosas aberrantes, si nos acostumbramos a ello, somos parte del problema por eso es importante poner un alto, es a eso lo que apelo.

