Baja inflación y peso fortachón, no todo es celebración | Artículo
En México, el gobierno y sus huestes se vanaglorian de tener una inflación baja y una moneda que le apodan el ‘peso fortachón’, sin embargo, no todo es maravilloso. Ambos conceptos, peso e inflación, tienen repercusiones y ya se siente el impacto en varios sectores de la economía y en el bolsillo de los mexicanos.
- David Ordaz

Por: David Ordaz
Durante la presentación del Reporte Económico Anual este fin de semana, Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales, señaló que todavía existen riesgos de que siga la inflación alta en el país, por lo que hay que estar preparados para abordar los riesgos que se interponen en el camino.
En México, el gobierno y sus huestes se vanaglorian de tener una inflación baja y una moneda que le apodan el ‘peso fortachón’, sin embargo, no todo es maravilloso. Ambos conceptos, peso e inflación, tienen repercusiones y ya se siente el impacto en varios sectores de la economía y en el bolsillo de los mexicanos.
Sobre la inflación, no es que los precios estén a la baja, es que no están subiendo tanto como antes.
De acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), en lo que va del año, la canasta alimentaria se mantiene muy alta respecto al poder de compra de la mayoría de los consumidores.
En mayo, el precio de promedio de la canasta básica fue de 1,719.17 pesos y de 1,693.48 pesos en junio, una diferencia de solo 25 pesos. “A la hora de hacer sumas y restas en los monederos de las amas de casa, no se sienten los 25 pesos más baratos de la canasta básica. La inflación alimentaria sigue estando por las nubes respecto al poder de compra de la mayoría de la gente”, dijo la Anpec.
Esto es únicamente de la canasta alimentaria, pero hay que agregar la canasta básica complementaria que consta de pago de agua, luz, gas, teléfono fijo o móvil, renta, salud, transporte, educación, ropa y entretenimiento.
La Anpec apuntó que, en la temporada de verano, las familias tendrán que hacer frente al regreso a clases con la compra de útiles escolares, uniformes, zapatos, colegiaturas, cuotas escolares, etc.
Por otro lado, está el ‘peso fortachón’, donde funcionarios y aplaudidores oficiales presumen que la moneda no había estado tan baja, gracias a los buenos oficios del gobierno.
Hay 3 ejemplos que muestran que tener un peso ‘fuerte’ frente al dólar, no es tan extraordinario:
Remesas: Entre los que están siendo impactados son los casi 12 millones de familias que reciben dólares de connacionales desde Estados Unidos, ya que quienes laboran en el país vecino ganan en dólares y al enviarlo a México, por la depreciación, reciben menos dinero.
De acuerdo con BBVA, 5.1% de los hogares en México recibe remesas y estados como Chiapas, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Oaxaca y Zacatecas, representan de 10 a 16.6% del Valor Agregado Bruto de sus economías.
Exportaciones: Miles de empresas establecidas en el país tienen su operación basada en ingresos en dólares, que compiten con precios bajos y/o dependen de precios internacionales. Considerando el tipo de cambio, están perdiendo utilidades. A esto hay que sumarle aquellas empresas exportadoras que están disminuyendo su ritmo de ganancias, principalmente en los estados de la frontera en el sector manufacturero.
Cabe recordar que, respecto a las exportaciones, en 2022 ascendieron a 578,193 millones de dólares, equivalentes a la mitad del PIB del país.
Turismo. El secretario Miguel Torruco estimó que la industria turística nacional captará 31,169 millones de dólares en divisas este año, que implicaría un alza anual de 11.3%, que, si bien es un ritmo de avance menor al registrado en 2022, todavía un crecimiento de doble dígito.
Sin embargo, en el mes de abril se observó ya una caída anual en la captación de divisas turísticas de 0.2%.
En la más reciente Encuesta sobre condiciones generales y estándares en el mercado de crédito bancario elaborada por el Banco de México, se revela que la banca comercial percibió un deterioro en el entorno económico nacional e internacional.
De acuerdo con el documento del banco central, 75% de los bancos con mayor participación de mercado, anticipan que la calidad de la cartera permanecerá sin cambios, mientras que 25% considera que se deteriorará moderadamente. En tanto, la mitad de las pequeñas y medianas empresas (pymes), estiman que la calidad de la cartera se deteriorará moderadamente.
