En 2016 AMLO pidió a la Corte cancelar una reforma constitucional… hoy sus partidarios lo ven imposible 
El entonces líder partidista presentó una acción de inconstitucionalidad para revisar una reforma Carta magna, algo que ocho años después él y sus partidarios consideran imposible.
- Redacción AN/ SBH

Desde 1994, la Suprema Corte solo ha recibido tres solicitudes de revisar la constitucionalidad de una reforma constitucional, expone el ministro Luis González Alcántara Carrancá en su proyecto sobre la reforma judicial.
En uno de los pies de página del documento se aprecia que la tercera solicitud de este tipo fue activada por Morena en 2016.
Al buscar el expediente, se aprecia que la demanda fue solicitada por el propio Andrés Manuel López Obrador, que en ese entonces era líder nacional de Morena.
El asunto confirma que AMLO y Morena solicitaron al máximo tribunal hacer una revisión a la carta magna, algo que en 2024 han considerado imposible para la Reforma Judicial.
Los argumentos de AMLO
Antes de la publicación del proyecto que se debatirá en la Corte, el abogado José Mario de la Garza encontró la demanda original de López Obrador y sus argumentos de 2016.
En ese escrito, AMLO expuso argumentos contrarios a lo que defiende Morena y sus aliados en 2024. López Obrador dijo que la Corte sí podía revisar una reforma constitucional si se aprecia alguna violación a los derechos humanos de contenido político.
Incluso AMLO citó una jurisprudencia internacional para solicitar la intervención de la Corte:
Según López Obrador de 2016 el poder constituyente sí podía violar la carta magna:
El abogado De la Garza analizó los argumentos de AMLO y los contrastó con la postura política dominante este 2024:
¿Por qué en 2016 el Poder Reformador de la Constitución no era “un ente soberano” y la fiel cristalización de la voluntad popular desprovisto de cualquier límite?
¿Por qué habrá considerado AMLO que ese Poder Reformador debía de ser controlado por la SCJN cuando excediera su mandato y transgrediera derechos humanos?
¿Por qué en 2016 el control de constitucionalidad era indispensable y hoy lo ven como una amenaza?
¿Por qué no se les ocurrió en ese momento elevar a rango constitucional la fracción I del artículo 61 de la LA?
La hipocresía del oficialismo es evidente: cuando sus intereses políticos lo requieren, exigen el máximo control de constitucionalidad; pero ahora, buscan eliminar cualquier posibilidad de control sobre las normas constitucionales negando los argumentos que usaron en ese lejano 2016.
Esta reforma de “supremacia constitucional” es la máxima expresión de su incongruencia, pretendiendo borrar la historia que los exhibe y hipotecando el futuro de nuestros derechos por conveniencia política.