Fraudes cibernéticos. La Inteligencia Artificial al servicio del crimen organizado | Especial 
Estafadores digitales aprovechan redes sociales, plataformas fantasmas y el uso de inteligencia artificial para defraudar a miles de mexicanos, principalmente adultos mayores, con promesas de inversiones falsas. Las víctimas, sin respaldo institucional efectivo, enfrentan un camino legal lento y complejo para recuperar su patrimonio.
- Redacción AN / MDS

Por Lilia Saúl Rodríguez
El uso de la Inteligencia Artificial y de las redes sociales han incrementado el delito de fraude en México. Aristegui Noticias cuenta con testimonios de al menos cuatro personas que de manera distinta les han afectado en su patrimonio a través del uso de diversas plataformas digitales.
Hasta el día de hoy, estas personas no han visto de vuelta su patrimonio ante la falta de una justicia expedita, de acuerdo con sus propias palabras.
Los fraudes se han llevado a cabo a través de distintas estafas que van desde anuncios en internet hasta llamadas telefónicas recibidas por estos grupos delincuenciales. En su mayoría, las personas que son estafadas pertenecen a personas de la tercera edad o jubilados y pensionados.
De acuerdo con los testimonios recabados por Aristegui Noticias, las personas que han sido defraudadas comenzaron viendo anuncios en redes sociales. Dieron click al anuncio y al llenar los formularios que se solicitan en estas plataformas, las personas fueron contactadas por supuestos expertos en trading o inversiones financieras y ahí comenzaron a ser enganchados para entregar más datos o incluso el acceso directo a su teléfono o computadora, ya que debían descargar aplicaciones y software para comenzar a “invertir”.
A través de las redes sociales como Facebook, Instagram o TikTok se pueden observar anuncios de estas plataformas que buscan obtener información de sus posibles víctimas.
Aristegui Noticias tiene al menos los testimonios de personas afectadas por la plataforma “Oil Profit” y por la plataforma “DGENCT”.
Documentos en poder de este medio revelan cómo, en un sólo mes, una de estas empresas obtuvo ganancias por casi 30 millones de pesos, a través del ingreso diario de montos diversos a través de cientos de personas que entregaron su información a estas empresas consideradas como “fantasmas”, ya que no cuentan con movimientos de facturación fiscal.
Dichas plataformas aseguran que las personas obtendrán ganancias monumentales. Varias de éstas usan inteligencia artificial, utilizando en sus mensajes a personas o a figuras públicas reconocidas. Tal es el caso de “Oil Profit”, que utilizó, con Inteligencia Artificial, la imagen del ahora expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Los estafadores también utilizan la imagen de empresarios como Carlos Slim o Elias Ayub e incluso la imagen de periodistas reconocidos a nivel internacional, como es el caso de la periodista Carmen Aristegui. Tal es la gravedad del uso de la imagen de personas famosas a través de estas plataformas a nivel global, que en días recientes el tenista Rafael Nadal hizo del conocimiento público, en sus redes sociales, vía “X”, que él no estaba anunciando ninguna plataforma de inversiones.
Hola a todos,
Comparto este mensaje de alerta, algo poco habitual en mis redes, pero necesario.Hemos detectado junto a mi equipo que circulan en algunas plataformas vídeos falsos generados por inteligencia artificial, en los que aparece una figura que imita mi imagen y voz.
En…
— Rafa Nadal (@RafaelNadal) September 23, 2025
Aristegui Noticias obtuvo acceso a cuatro expedientes de distintas víctimas defraudadas por parte de estas empresas que se hacen pasar por “centros de riqueza”, “plataformas de trading” y de “inversiones”. En realidad, son una estafa.
Varios de estos fraudes han sido ejecutados desde las redes sociales, a través de empresas fachada que no existen físicamente o que los dueños son realmente testaferros, de acuerdo con abogados consultados para esta investigación.
Después de contar con los testimonios de las personas y después de revisar los documentos y los expedientes, se revela que las víctimas han sido estafadas a través de un sistema muy complejo de empresas que se hacen pasar, a su vez, por financieras sólidas, pero que al momento de indagar más sobre ellas, los mismos afectados, sus abogados y las autoridades se han dado cuenta de que son empresas fachada, creadas para el fin de ser utilizadas como vehículo para obtener los recursos producto del fraude.
Por ejemplo, la supuesta plataforma “Oil Profit”, en realidad operaba a través de la empresa “YGT Business Services SA de CV”, ya que ésta recibía los recursos que enviaban las víctimas. Sin embargo, los mismos estafadores usaban distintas empresas para recibir los recursos producto del mismo fraude denominado “Oil Profit”.
Documento Siger de la empresa YGT Business Services SA de CV
Por otra parte, se ha detectado, de acuerdo con la versión de los mismos abogados y de los afectados, que los bancos han permitido que estas empresas actúen de manera impune, abriendo cuentas de banco con empresas fachada y recibiendo recursos que al mismo tiempo son retirados casi al instante por los mismos integrantes de la delincuencia organizada.
Esto sucede porque al cuestionar a los abogados sobre este modus operandi, se detectan movimientos irregulares en las cuentas de banco que no deberían permitirse. Así lo ha señalado Aresvir Marin, abogado de una de las víctimas.
Ese fue el caso de “YGT Business Services SA de CV”, que en menos de 30 días obtuvo casi 30 millones de pesos, mismos que fueron retirados en su totalidad en el mismo periodo de tiempo.
Aunque estos movimientos debieran levantar sospechas por los bancos, por considerarse movimientos fuera de lo común (por los altos montos de las operaciones), las empresas no cuentan con ninguna restricción por parte de las autoridades bancarias.
Cuando ocurren este tipo de movimientos, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) debería recibir reportes de los bancos con estas operaciones sospechosas. Sin embargo, al día de hoy, las cuentas ni siquiera han sido congeladas, en la mayoría de los casos denunciados, pues los procedimientos legales no permiten girar esta instrucción hasta que avancen más las investigaciones por parte de las autoridades mexicanas.
El modus operandi
El pasado 22 de agosto de este año, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) alertó a través de un comunicado acerca de los estafadores que usan la imagen de figuras públicas y creadores de contenido financiero “para engañar y cometer fraude a usuarios a través de redes sociales”.
De acuerdo con la misma Condusef, el modus operandi es suplantar la identidad de la persona famosa, utilizando su nombre, imagen y reputación de las personas reconocidas “para ofrecer falsas inversiones y defraudar a la gente”.
Operan principalmente en Facebook e Instagram, aprovechando la facilidad para publicar anuncios pagados, de acuerdo con la misma Condusef.
¿Pero cómo operan los delincuentes? Por ejemplo, si el click lo hacen las víctimas desde su teléfono celular, les comienzan a llegar mensajes vía WhatsApp para ponerlos en contacto con supuestos “traders” o “facilitadores” que les comienzan a “ayudar” a instalar software en sus teléfonos o computadoras. Pueden ser aplicaciones o simples plataformas que parecieran reales, pero no lo son.
Porque la información que en ocasiones les muestran estas personas a través de dichas plataformas es información ficticia, manipulada.
Así le ocurrió a “Susana N”, quien fue defraudada por 2 millones de pesos, mismos que entregó a los delincuentes con la promesa de que ese dinero regresaría sin ningún condicionamiento y que incluso se incrementarían sus ganancias.
“Susana N” confió en ellos porque apareció la imagen del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador en dichos anuncios.
“Realmente (todo) fue desde el celular. Y me empezaron a llegar mensajes en los que aparecía el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador hablando de que invirtiera en Pemex, que era muy redituable y que podía uno ganar buenos intereses y que encima uno colaboraba con el bienestar del país…Así fue como yo di mis datos. Ya se comunicaron conmigo y así es como yo invertí en esa plataforma que en teoría era de Pemex. En ese tiempo incluso estaban saliendo otras (plataformas): Una del Grupo México, otra de CFE, había varias…”, expresó “Susana N”.
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Los defraudadores vuelven a pedirles a sus víctimas que inviertan más dinero y esta inversión o estas segundas inversiones ya se realizan con montos más elevados, explicando que si invierten más dinero, van a obtener bonos extra por estas inversiones que pueden ser más altas.
Llega un momento en el que la víctima piensa que es cierto y que es real porque ya les depositaron en una primera instancia este dinero que sí recibieron y entonces creen que van a tener las ganancias que les están prometiendo y desafortunadamente muchas de estas personas o la mayoría a la segunda o a la tercera ocasión, invierten una cantidad importante de dinero y entonces llega un momento en el que la persona se da cuenta de que todo ha sido una estafa.
Y después, ¿qué es lo que pasa? Bueno, pues lo que pasa es que la persona al no recibir su dinero, al no recibir ninguna ganancia, las personas que están involucradas en este fraude les insisten en que si invierten todavía más dinero, se les van a liberar sus recursos junto con lo que ya invirtieron en la primera y en la segunda ocasión.
Así les ocurrió a “Héctor N” y a “Agustín N” con la plataforma DGENCT.
Esta “plataforma” de inversiones promueve que sus víctimas inviertan incluso en criptomonedas. En Facebook, la página web de dicha empresa sigue activa, pero ya no emite más mensajes, desde 2024.
En la misma red social, Facebook, existe un grupo con personas que dicen haber sido estafadas por dicha plataforma.
A los defraudados por la plataforma de trading “DGENCT” les hacen creer que sólo si invierten una cantidad más alta de dinero podrán “liberar” sus recursos.
Otras estrategias que utilizan son dar “compensaciones” o “premios” para quienes invierten supuestamente muchos recursos y son buenos aprendices de “trading”. A estas víctimas los criminales les solicitan sus domicilios particulares para enviarles un supuesto premio, que consiste en la entrega de un teléfono celular. Al menos dos personas víctimas de esta estafa revelaron que el domicilio de envío del supuesto premio provenía de la colonia Peralvillo, una colonia popular de la ciudad de México. Y las investigaciones hechas por estas mismas víctimas revelan que las cuentas de banco utilizadas para los depósitos no eran del extranjero. Eran cuentas bancarias locales aperturadas por empresas fachada, bajo distintas razones sociales.
Los “premios” o regalos provocaron que muchas de las víctimas ya después no quisieran presentar alguna denuncia, por temor, ya que estos grupos delincuenciales cuentan con bastante información de ellos: Nombres completos, números telefónicos, datos de cuentas bancarias e incluso el domicilio particular.
Problema en Aumento
Los fraudes cibernéticos van a la alza en México. De acuerdo con cifras de la misma Condusef, al cierre de 2023 se contaba con un monto de 20 mil millones de pesos en actos reclamados por fraudes cibernéticos.
Para el primer semestre de 2025, la Condusef registró 3.5 millones de reclamos por fraudes financieros.
La Condusef ha orientado a las personas a que utilicen el portal de Fraudes Financieros, elaborado con base en la información que otorgan las personas a través de las quejas presentadas y también por las mismas empresas afectadas, en ocasiones, por suplantación de identidad.
La misma dependencia recomienda verificar los datos a través de la plataforma SIPRES, que cuenta con la información de las instituciones financieras. (Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros).
Sin embargo, aunque la Condusef realiza una constante difusión de este tipo de datos, la falta de información y la falta de acción rápida por parte de las autoridades ayuda a que los criminales avancen más en sus acciones.
Esto se debe a que en México los procesos para presentar una denuncia son, de alguna manera, procesos fragmentados en diversas autoridades y casi en su mayoría, quien quiere ver de vuelta su dinero, requiere de un abogado especializado en delitos financieros e incluso en temas de inteligencia artificial.
Hay casos en los que las autoridades determinan, por ejemplo, que los casos no pueden ser absorbidos por las autoridades especializadas, como la Fiscalía Especial en Investigación de Delitos Fiscales y del Sistema Financiero, ya que, dicho por las propias víctimas, “si tu monto defraudado no supera el millón 200 mil pesos, no se va a esa área”.
Por otra parte, las personas creen que presentando quejas o denuncias ante la Policía Cibernética, la Condusef o ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) se atenderán sus quejas, pero la mayoría deberá presentar una denuncia ante un Ministerio Público y muchas veces, con la ayuda de un abogado.
Ahí es donde empieza el verdadero problema para las víctimas, pues éstas tienen que presentar la mayor cantidad de pruebas contra los delincuentes. Los procesos son largos y en ocasiones, los delincuentes terminan huyendo con los recursos robados.
Los abogados consultados mencionan que se debería reforzar los estándares de publicidad en las plataformas de redes sociales. Facebook, Instagram, Google, entre otras, realizan reportes públicos que contienen datos sobre la eliminación de anuncios fraudulentos, cuentas suspendidas, medidas de detección y programas de protección de marcas/usuarios.
Sin embargo, México no cuenta con un marco normativo más restrictivo en ese sentido como sí lo tiene, por ejemplo, la Unión Europea, que cuenta con el Digital Services Act (DSA).
El DSA obliga a las plataformas a transparentar sus catálogos de anuncios publicitarios, informes periódicos y mecanismos de trazabilidad de los anunciantes. Las plataformas grandes deben cumplir con esto y si no, pueden recibir multas de hasta el 6% de su facturación global, si no cumplen. Por ello las empresas publican sus datos y reaccionan más rápido ante contenido ilegal o anuncios fraudulentos.
En México se ha buscado implementar más mecanismos para reforzar las leyes y evitar estos fraudes cibernéticos. Pero aún están pendientes de ser discutidas en el Congreso mexicano.
Propuesta del senador Miguel Márquez, del PAN, presentada en febrero de 2025.
Propuesta de la diputada Ivonne Pacheco, de Movimiento Ciudadano, año 2025.